viernes, 16 de agosto de 2013

Por fortuna.

Sigo aquí, caminando al aire libre, con mi corazón encendido de pasión.

Si muriese, este corazón, no quiero que hagan nada, nada, absolutamente nada.



Solamente que todos-as los que un día me conocieron me recuerden como un poco de luz,  en sus actuales vidas.

Y sino es así, supongo que por fin estaré libre en el firmamento, feliz.


Un abrazo.